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Cada año, los bebés se lastiman y dañan durante su parto. De hecho, las fuentes dicen que 27 de cada 1.000 nacimientos en los Estados Unidos resultan en una lesión de nacimiento. Casi todas estas lesiones son culpa del enfermero o médico que realiza el parto. Una de las situaciones más comunes que causa una lesión de nacimiento ocurre cuando un niño nace con el cordón umbilical alrededor de su cuello. Debido a esto, el recién nacido puede ser estrangulado y ahogarse solo unos momentos después de salir del útero. Un tercio de todos los bebés nacen con el cordón alrededor de su cuello, y en casi todos los casos el bebé está bien.
Esto se debe a que el cordón umbilical está cubierto con una gruesa capa protectora conocida como Wharton’s Jelly. Esto evita que el bebé comprima las arterias y la vena que corren a través del cordón. En la mayoría de los casos, esto protegerá al bebé de cualquier daño. Sin embargo, el médico debe pasar el cordón por encima de la cabeza del bebé si está envuelto alrededor de su cuello cuando él o ella es entregado. Si él no lo hace, entonces entregar al bebé podría convertirse en un problema serio. Los infantes que sobreviven a la estrangulación al nacer por el cordón umbilical a menudo tienen daños cerebrales a medida que crecen debido a los primeros momentos que pasaron sin oxígeno.
A veces, los médicos necesitan cortar el cordón antes de que el bebé sea entregado para que puedan quitarlo del cuello del niño, y otras veces el bebé viene tan rápido que ni siquiera es necesario. Si usted entregó un niño que fue dañado debido a la estrangulación del cordón umbilical, y los médicos o enfermeros podrían haber evitado el accidente a través de una mejor atención, entonces hable con un abogado de lesiones personales. Es posible que tenga derecho a buscar una compensación por negligencia médica por su dolor y la reducción de la calidad de vida de su hijo.
